Destruyendo el paisaje histórico serrano

También lo podríamos titular: “Mucho bombo institucional para que, al final, todo quede en agua de borrajas”. O bien: “Más desprecio y burla al pueblo de Colmenar Viejo” 
Fernando Colmenarejo García. 
Arqueólogo. 
Cercando el campo abierto 

Es indudable que los responsables de la villa de Madrid andaban continuamente con quebraderos de cabeza, como consecuencia de los daños que se producían en el terrazgo del Real de Manzanares. Nombre dado a la antigua demarcación territorial, fijada y tomada por Alfonso X para dirimir las tensiones por su disputa entre los concejos de Segovia y Madrid. Vamos, que ni para uno ni para otro, para el monarca. No en vano, fue apodado “el sabio”. 

Como digo, los problemas por la utilización de este espacio por tan importantes concejos fueron frecuentes. De ahí que los jueces nombrados por Madrid tuvieran que practicar multitud de diligencias para poner orden en la apropiación de las tierras comunes. Los papeles que se custodian en el Archivo de la Villa de Madrid dan fe de lo que expongo. Hay para aburrirse o divertirse, según nos lo tomemos. En uno de los cuadernos, fechado en 1543, se anotan la relación de las sentencias y autos dictados por los diferentes jueces contra el Real y Condado del Manzanares, incluyendo al mismo Duque del Infantado, donde aparecen multitud de cercas derribadas y otras tantas aperturas de ensanches1. 

1 Archivo de la Villa de Madrid. Archivo de Secretaría, 3-204,2. 

Diremos que no fueron pocos los “tirones de orejas” que los jueces ejecutores practicaron con los usurpadores del terrazgo de las villas, aldeas o lugares de dicho Condado. Incluso, los había más que reincidentes. Pongamos en algunos de los innumerables ejemplos a varios vecinos de Colmenar Viejo. Diego Fernández de Colmenarejo fue condenado por el licenciado Bermúdez a derribar una cerca que tenía en el término de Colmenarejo, cerca de Colmenarejo. (Dato más que interesante para considerar este lugar como despoblado, y que debería ubicarse entre Colmenar viejo y san Agustín del Guadalix). Mateo Sánchez (o Sanz) de Grajal, también se vería obligado a derribar dos fanegas que tenía en los pastos comunes de otra cerca cerrada. Además era reincidente, pues también había sido condenado con anterioridad por otro de los jueces. 

De estas condenas no se libraría ni el mismo concejo de Colmenar Viejo, a quien se le penalizó a derribar otro ensanche en las partes comunes en la dehesa boyal cercada. En definitiva, los ejemplos se cuentan por cientos a lo largo de los siglos bajomedievales y modernos. 

A lo que voy 

Lo expuesto anteriormente pretende justificar que gran parte del terrazgo del Real de Manzanares, en general, y de Colmenar Viejo, en particular, se encontraba cercado. Las dehesas y otros terrenos se fueron cerrando para proteger al ganado, o bien para protegerse de éste, como ocurría con los huertos de Miraflores de la Sierra, cuyas ordenanzas establecían, incluso, que éstos deberían mantener una medida reglamentaria. 

En definitiva, el paisaje rural que nos ha llegado hasta la actualidad viene marcado por este tipo de construcciones desde el medievo, caracterizado por la construcción de cercas mediante el sistema de mampostería de piedra seca; es decir, sin el empleo de argamasa para recibir cada una de las piedras de las diferentes hiladas de la cerca. Los conocimientos y técnicas de este arte constructivo, que hemos visto en otros casos, como los pozos o norias, entre otros más, forman parte de una cultura inmaterial de extraordinario valor patrimonial. Vemos así, que la vegetación de la rampa serrana y la introducción de la ganadería, en concreto de reses bravas, especialmente a partir del siglo XVIII, conformaron un paisaje típico colmenareño, caracterizado por las cercas, las encinas y el ganado. Si bien, no hay que olvidar el contraste de dicho paisaje con el reflejado por el de otros tantos campos abiertos. 

En 2003, la UNESCO, tras valorar positivamente estos conocimientos y técnicas constructivas de muros en piedra seca, aprobó su salvaguarda como Patrimonio Cultural Inmaterial. De ahí, la consideración de tomar medidas “encaminadas a garantizar la viabilidad del patrimonio cultural inmaterial, comprendidas la identificación, documentación, investigación, preservación, protección, promoción, valorización, transmisión –básicamente a través de la enseñanza formal y no formal- y revitalización de este patrimonio en sus distintos aspectos”, según se establece en uno de sus articulados. Este reconocimiento de la piedra seca, como patrimonio cultural inmaterial, fue presentado por varios países, entre ellos España, donde se encontraban nueve comunidades autónomas. Son muchas, cierto, pero no están todas representadas, como desafortunadamente ocurre con la de Madrid. 

Y ahora viene lo bueno. En julio de 2014, el Ayuntamiento de Colmenar Viejo se unió al “Proyecto europeo de investigación Hércules”, único municipio de la Península Ibérica que participó en dicha investigación, y cuyas estrategias se centraron en “aumentar el conocimiento sobre las dinámicas y los valores del paisaje europeo y proponer estrategias para su protección y gestión”. ¡Ahí es nada!”, o ¡tela marinera!, que diríamos para expresar el alcance de tan extraordinario objetivo y la dificultad para su consecución. Por ello, nuestro ayuntamiento publicitó a bombo y platillo su participación en dicho proyecto, que creo fue más bien una apuesta de los técnicos de dicha institución que de sus representantes políticos. Así, y después de tres años de investigación, los organizadores enviaron los resultados al consistorio, con objeto de “compartir con el ayuntamiento de Colmenar viejo una serie de sugerencias para contribuir a mejorar y mantener la calidad de su paisaje”. 

Como puede apreciarse en dicho documento, en Colmenar Viejo se celebraron hasta cuatro encuentros, abiertos a una buena parte de la sociedad. Por ello, debo agradecer a sus organizadores, que no solo me invitaran a participar explícitamente en uno de ellos, sino que recogieran fielmente lo que expuse. Es decir, la necesidad de evitar un “campo encarcelado”, al superponerse alambradas metálicas sobre el tradicional cercado de piedra, asestando un golpe mortal al paisaje histórico. Se proponía, por tanto, que el Ayuntamiento mostrase una gestión más eficaz y de entendimiento con los propietarios de las explotaciones agropecuarias, considerando a los muros de piedra seca como elemento patrimonial de su identidad paisajística. No en vano, como se explicita en el documento de referencia: “Colmenar Viejo podría convertirse en un referente en la gestión sostenible e integral de su paisaje y en un precursor de la implantación del Convenio Europeo del paisaje en la Comunidad de Madrid”. 

Con todo, en lugar de alcanzarse una gestión sostenible, hemos llegado a otra insostenible. A las pruebas, o a los paseos por el campo colmenareño me remito. Basta coger cualquier camino, colada o vereda para comprobar que la degradación del paisaje va en aumento, por lo que las recomendaciones finales del texto europeo podríamos decir que se ha convertido en “agua de borrajas”. Vamos, que ha sido una burla para vecinos, madrileños, españoles y, ¿por qué no decirlo? también europeos, pues, al fin y al cabo, el proyecto abarcaba a dicho continente. 

Te pongo algunos ejemplos de la barbarie que se está cometiendo con nuestro campo, con nuestro paisaje histórico. Solo unos pocos para que no sufras mucho. Pero eso sí: ¡Preocúpate un poco, por favor! 
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No todos los propietarios dan la espalda a los cercados tradicionales: Aún podemos recrearnos con algunos de ellos, como el de la imagen: Mampostería de piedra seca, enmarcando un bello paisaje histórico 

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Las estacas de madera, aunque en menor medida, complementaron también los cercados tradicionales 

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Ejemplo de ostentación y barbarie cometida contra el paisaje histórico en una de las coladas más destacadas de Colmenar Viejo 

CARCADO 5 FCOLMENAREJO
Remiendos en el paisaje: Alambradas oxidadas, somieres y otros tantos artilugios, como ejemplos en la recomposición de los cercados. Entre propietarios y las administraciones debería alcanzarse un acuerdo razonable para evitar este desaguisado, en beneficio del patrimonio histórico. Vamos, que puede hacerse con un poquito de cordura 

Modificado por última vez en Miércoles, 01 Junio 2022 15:08

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