Brunete y Colmenar Viejo en el infierno de julio de 1937

Fernando Colmenarejo García
María Antonia Corona Bartolomé
(Coautores del libro “La Sierra Convulsa. Segunda República, Guerra Civil y Primer Franquismo al Norte de Madrid)

“Colmenar era un oasis de paz, ver las luces con esos escaparates… Nos admirábamos de la paz y bullicio, parecía como si estuviera en otro mundo, hasta que llegó lo de la aviación”. Y no le faltaba razón a Ramón Parra Quevedo, militar adscrito a la 2ª compañía del IV Batallón de la 99 Brigada Mixta, que se encontraba en un momento de descanso en Colmenar Viejo durante la batalla de Brunete. Pero en este pueblo, cabecera de comarca a los pies de la sierra de Guadarrama, se vivía de forma diferente a la tensión que se respiraba en los pueblos más próximos a los frentes de guerra. Bien es cierto que su vida cotidiana se desarrollaba ante un espejo diferente, como en otros tantos pueblos en segunda línea de la retaguardia, y aunque sujeto a los nuevos avatares bélicos, sus vecinos se habían “acostumbrado” a esta nueva vida. 

Aquella noche del miércoles 21 de julio de 1937 “hacía un calor horroroso y asfixiante”, según Jaime Mansilla, por lo que decidió salir al balcón de su casa para tomar el fresco. Las calles y los corrales de las casas se convertían en los espacios más concurridos para respirar, y era frecuente ver corros de soldados reunidos con las mozas de la vecindad. Angelita Aparicio paseaba con su vecina plácidamente por la calle Real, y otras tantas personas aprovechaban para ultimar sus faenas de trabajo, como el niño Lorenzo García, que se encontraba espigando con su padre en las proximidades del pueblo, y lo mismo sucedía con el padre de Victorina Nogales, que trabajaba en la era. Pero, hacia las 10 de la noche, el cielo se iluminó…

La necesidad de aliviar la presión ejercida por las tropas rebeldes contra Madrid y Santander, llevó al ejército republicano a la realización de una ofensiva en los alrededores de  Brunete, entonces un pequeño pueblo a unos 59km de distancia de Colmenar Viejo. Según los historiadores, esta batalla fue una de las más cruentas de la guerra civil española, iniciándose la ofensiva republicana la noche del 5 al 6 de julio, y terminando en “tablas” el día 25 de ese mismo mes.

Colmenar Viejo, nudo en la retaguardia por su extraordinaria comunicación con la capital, se fijará también como punto esencial en la logística de la batalla de Brunete, aportando obviamente su infraestructura sanitaria. Por ello, días antes de la ofensiva republicana, un colegio de la localidad se había convertido en un auténtico hospital de sangre, adscrito al Primer Cuerpo del Ejército, siendo elegido por su gran capacidad el esbelto grupo escolar Soledad Sainz, cuya inauguración había tenido lugar en enero de 1930. En esta remodelación, los pupitres se habían cambiado por 150 camas,

instalándose también un quirófano y contando con un grupo de transfusión de sangre, adscribiéndose al mismo el correspondiente personal médico. 

En dicha ofensiva republicana deberían actuar el V y el XVIII Cuerpo del Ejército, encontrándose al mando de esta operación el Mayor médico, Julio González Recatero. Asimismo, los puestos de clasificación de heridos se habían fijado en El Escorial y Galapagar, para ambos Cuerpos, respectivamente. En una orden adicional, el Jefe de Sanidad de Maniobras fijaba definitivamente las líneas de evacuación, de tal manera que para el V Cuerpo del Ejército, los heridos serían evacuados desde El Escorial buscando Galapagar, hacia Torrelodones, Colmenar Viejo y Fuencarral,  manteniéndose el mismo itinerario fijado con anterioridad para las ambulancias de regreso; si bien, en el caso de interceptación, por exceso de transporte, deberían seguir otra línea de evacuación por Alcobendas, San Sebastián de los Reyes, San Agustín del Guadalix, Colmenar Viejo, Hoyo de Manzanares, Cerceda, Villalba, Galapagar y El Escorial o Torrelodones.

Además de los equipos de transfusión de sangre fijados en Colmenar Viejo, Hoyo de Manzanares y El Escorial, se establecían también otros tres equipos quirúrgicos de reserva en Torrelodones, Navalquejigo y Moralzarzal. Asimismo, se encarecía a los Jefes de Sanidad para que dieran las órdenes oportunas a los conductores de las ambulancias con objeto de realizar una parada obligatoria en el control de distribución sanitaria, situado a doscientos metros aproximadamente de las proximidades del hospital de El Goloso, desde donde deberían indicarse a los conductores de las ambulancias el hospital que correspondía evacuar a los heridos.

Para evitar confusiones, en la evacuación se ordenaba marcar una cruz roja en los cruces y postes indicadores del camino a seguir por las ambulancias, indicándose también que los heridos del primer día serían evacuados directamente a Madrid, estableciéndose en Fuencarral el puesto de distribución de heridos. Se aconsejaba también a todos los puestos sanitarios que, en caso de derribo de avión, se movilizaran inmediatamente un médico para el tratamiento rápido de los heridos.

Para quienes no conozcan el trayecto entre Hoyo de Manzanares y Colmenar Viejo, diremos que entre los colmenareños se dice comúnmente que: “Esto tiene más curvas que la carretera de Hoyo”, cuando discurren por una carretera sumamente accidentada, y en este caso ello es debido a la abrupta topografía del terreno, abriéndose su carretera, de finales del siglo XIX, por un antiguo camino serpenteante, lo que invita a pensar en las terribles condiciones que se dieron en este trayecto para evacuar a los heridos hasta el hospital de Colmenar Viejo, cuyo primer fallecido se fecha ya el 6 de julio de 1937, tratándose del cabo de Intendencia Manuel Valiño. 

Tras un año de guerra civil, Colmenar Viejo parecía ser un mero pueblo expectante a los pies del frente de guerra. Pero en la guerra se producen acciones inesperadas, y de repente, hacia las 10 de la noche del miércoles 21 de julio, durante la batalla de Brunete, como comentaba el brigadista Ramón Parra, “llegó lo de la aviación y empezó a llover bombas”, de tal manera que, como el resto de los supervivientes, esas imágenes quedarán impregnadas en sus memorias para convertirse en continuas pesadillas. Contaba Ramón Parra que se salvó “porque supimos calcular cuando podía caer una bomba por la explosión de la anterior”, pero no ocurrió lo mismo con las numerosas bajas, ochenta, entre muertos y heridos de su Brigada Mixta, además de otras once personas civiles. Aunque puede pensarse que el ejército sublevado contaba con información sobre la presencia de la 99 Brigada Mixta en Colmenar Viejo, la operación del bombardeo con bombas incendiarias combinadas con actividades de ametrallamiento indiscriminado, a lo largo y ancho del casco urbano, lejos por tanto de objetivos militares, demuestra que fue una acción criminal. Una acción que se repetiría, poco después, en Quintanar de la Orden. Se sabe que la Legión Cóndor tuvo su importancia en el éxito de la operación de Brunete, y aunque no hemos encontrado en su parte de operaciones de ese día la especificación exacta al bombardeo en Colmenar Viejo, aunque sí en el efectuado posteriormente, en noviembre del mismo año, mucho más mortífero para la población civil, todo parece indicar que este sistema de bombardeo en extensión con bombas incendiarias, realizado con seguridad con bombas BIPE, se asemeja a  los practicados por la aviación alemana, como práctica regular de sus ensayos bélicos en otras tantas poblaciones españolas; pues, como señaló, Lorenzo García, ”aquello era matar y quemar a la gente”.

Este bombardeo, inserto durante la batalla de Brunete, marcó un antes y un después en la dinámica cotidiana de Colmenar Viejo, por cuyas calles ya se producía un cierto trasiego de ambulancias con militares heridos hacia su hospital de sangre, siguiendo el plan de evacuación descrito. En la siguiente tabla que insertamos se relacionan los fallecidos que recibieron sepultura en el cementerio de la localidad, aunque ignorándose exactamente el lugar. De algunos de ellos ni siquiera se conoce su nombre, también se encuentran soldados pertenecientes a las Brigadas Internacionales. Es posible que así ocurriera con Kosomparoff Pavel y Molay Dasin, telefonista de la 13ª Brigada y sargento de la 2ª Brigada, respectivamente, que fallecieron el 19 de julio de 1937, y lo mismo cabe decir del brigadista Arthur Dunbar, de quien conocemos más detalles, gracias a la búsqueda realizada por sus familiares. Dunbar. Era vecino de Southwark, en el puerto de Londres, contaba con 30 años y se encontraba en paro cuando decidió venir a España, poniendo como excusa a su familia que había encontrado trabajo. Un trabajo que consistía en alistarse en las Brigadas Internacionales y luchar contra el fascismo, aunque posteriormente lo comunicaría en una carta escrita desde España. Con posterioridad, su familia no volvería a tener más noticias suyas, como consecuencia de su fallecimiento en el hospital de Colmenar Viejo, el 14 de abril de 1937, producido por las heridas sufridas durante la batalla de Brunete.

Tras varios años de búsqueda por parte de sus familiares, su sobrina Carol, en 2009, obtuvo cierta información a partir del memorial de los brigadistas junto al Támesis de Londres, y con la ayuda de la International Brigade Memorial Trust, pudieron dar con las investigaciones de Ernesto Viñas, estudioso de la batalla de Brunete, quien desveló su fallecimiento en Colmenar Viejo. Definitivamente, el 25 de mayo de 2012, pudimos acompañar a su familia en una emotiva visita al actual colegio Soledad Sainz y al cementerio parroquial; pero la mayoría de estos soldados aún permanecen en el olvido, publicándose su relación por primera vez en el libro “La Sierra convulsa. República, guerra civil y primer franquismo al Norte de Madrid”, y que ahora volvemos a hacerlo a través de esta web para facilitar su conocimiento a sus familiares, sirviendo también este texto de humilde homenaje.

cementeri hoy hablamosde

Familiares de Arthur Dunbar en el cementerio parroquial de Colmenar Viejo, el 25 de mayo de 2012

 

 

Relación de fallecidos en el hospital militar del Primer Cuerpo del Ejército de Colmenar Viejo en julio de 1937

Nombre y apellidos

Fecha

Profesión

Causa del fallecimiento

Observaciones

Manuel Valiño Muiño

06/07/37

Cabo de intendencia

Heridas accidente automóvil

 

Antonio Díaz Giménez

07/07/37

Cabo de carabineros

Heridas por metralla

 

Antonio Gómez Avilés

09/07/37

Soldado, 15 brigada, 24 bon, compañía plana mayor

   

Desconocido

10/07/37

Soldado

Heridas sufridas en acción de guerra

 

Pedro Castillejo

11/07/37

Soldado, 68 brigada, 3º bon, 1ª compañía.

N/E

 

Jesús López Jiménez

11/07/37

Soldado, 2ª brigada, 3º bon, 4ª compañía.

N/E

 

Alfonso Casas Muñoz

12/07/37

Sargento, 2ª brigada, 5º bon, 1ª compañía.

Heridas sufridas en acción guerra

21 años, casado, natural de Madrid

Diego Fuentes Bravo

12/07/37

Teniente, 10 División, 115 Brigada, 4º bon.

Heridas sufridas acción guerra

 

Agustín Mateo ¿Mico?

12/07/37

Soldado

idem

 

Alejandro Fernández Martínez

12/07/37

Soldado, 68 brigada, 1º bon, 4ª compañía.

idem

Ingresó cadáver en el hospital

Pedro Martínez

13/07/37

Soldado, 3ª brigada, 3º bon, 1ª compañía.

idem

 

Arthur Dunbar

14/07/37

Soldado 15 brigada, batallón inglés, 2ª compañía.

idem

 

Vitete Simón Roig

15/07/37

Delegado político de la 8ª Batería de ¿107?

idem

 

Félix Sierra Alonso

15/07/37

Cabo, 2ª brigada, 1º bon, 3ª compañía.

idem

 

Sixto Gómez

16/07/37

Soldado, 3ª brigada, 2º bon, 3ª compañía

idem

 

Vicente Bajo Ordoñez

17/07/37

Soldado, 68 brigada, 3 bon, 4 compañía

idem

 

Francisco Ardua

18/07/37

Soldado, 3ª brigada, talleres

idem

 

Francisco Sines

18/07/37

Soldado, 2ª brigada, 3 bon, 2 compañía

idem

 

Cayetano Alorea Pérez

19/07/37

Soldado, 111 brigada 444bon 1 compañía

idem

 

Ramón Benito Jordán

19/07/37

Motorista de operaciones militares de guerra

idem

 

Juan Medina

19/07/37

Soldado, 16 brigada 2 bon, 2 ccompañía

idem

 

Kosomparoff Pavel

19/07/37

Soldado, 13 brigada telefonista

idem

 

Desconocido

19/07/37

Soldado, 150 brigada, 4 bon, 6 ccompañía

Lesiones recibidas

 

Molay Dasin

19/07/37

Sargento, 2 brigada, 2 bon.

Lesiones recibidas

 

Juan Fernández Monteagudo

21/07/37

Soldado, 3 brigada, 3 bon, 4 compañía

Heridas que presentaba

Falleció a las 7,15h

Antonio Callejón Padilla

21/07/37

Soldado, 16 brigada, 2 bon, 1 compañía

Lesiones recibidas

Falleció a las 18,00h

Manuel Navarro Romero

21/07/37

Soldado

Lesiones recibidas

Falleció a las 13,50h

Francisco Fontalba Pérez

25/07/37

Soldado, 70 brig, 5 bon, 3ª compañía

   

José María Román navarro

26/07/37

Soldado, 108 brig, 3º bon, 2ª compañía

Ingresó cadáver

 

Se desconoce

28/07/37

N/E

Lesiones que presentaba

Ingresó en el hospital el día 26

Francisco Jiménez Franco

27/07/37

Soldado, 98 brig, 1 bon, 4ª compañía

Lesiones que presentaba

 

José Trillo Amaro

29/07/37

N/E

Lesiones que presentaba

 

 

Fuente: Archivo del Registro Civil de los Juzgados de Colmenar Viejo

Modificado por última vez en Jueves, 15 Septiembre 2016 13:04

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